Motivo por el que se incluye en esta exposición:
El triángulo invertido, que hoy en día representa la lucha de la comunidad homosexual, tiene su origen en la apropiación de una simbología utilizada durante el nazismo, para catalogar a hombres homosexuales con un triángulo rosa y con un triángulo de color negro a mujeres “de moral distraída”, entre las que se encontraban prostitutas, gitanas, aquellas que utilizaran métodos anticonceptivos, y lesbianas.
Cada prisionero en los campos de concentración tenía un símbolo colorido para indicar el motivo de su prisión. Algunos de los más comunes eran el triángulo rojo invertido para prisioneros políticos, verde para criminales comunes, negro para crímenes anti-sociales y ROSA para homosexuales.
En 1935, en el Parágrafo 175, una cláusula de las leyes alemanas que prohibía las relaciones homosexuales, fue modificada por Hitler e incluyó besos, abrazos y fantasías gays como actos homosexuales. Se estima que 25.000 personas fueron encarceladas entre 1937 y 1939 y después enviados a los campos de concentración. Inicialmente la sentencia era la esterilización, generalmente a través de la castración, pero, en 1942, Hitler agravó el castigo por la muerte.
Se estima que cerca de 220.000 gays y lesbianas fueron asesinados junto a los seis millones de judíos y judías que los Nazis exterminaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Una vez acabada la guerra, no fue hasta el año 1969 que se revocó el Parágrafo 175 en Alemania.
El silencio impuesto por la sociedad posterior a la guerra silenció a casi todos los supervivientes. Estuvieron solos y murieron solos, llevándose sus memorias con ellos. Sólo algunos homosexuales hombres y mujeres se atrevieron a contar su testimonio.
Pasada esta oscura época, en los años 70, el movimiento por los derechos LGTB se adueñó de estos símbolos como una muestra de orgullo y de recuerdo a la opresión y el perjuicio constante que sufrieron y sufren las personas homosexuales.
¿Sabías qué?
Las lesbianas aunque no estaban incluidas en el Parágrafo 175, fueron igualmente perseguidas por el nazismo por transgredir el ideal de rol femenino impuesto: que era dedicarse al cuidado de los hijos, a la cocina, y a la iglesia (“Kinder, Küche, Kirche”).