Motivo por el que se incluye en esta exposición:
Los disturbios de Stonewall sirvieron de catalizador de la comunidad LGTB. Después de Stonewall comenzaron las movilizaciones y en pocos años se fundaron organizaciones pro derechos LGTB a lo largo de todos los EE UU y también a nivel internacional.
El 28 de junio de 1969 tuvieron lugar manifestaciones en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles, que conmemoraban el aniversario de los disturbios y, con el tiempo, otras ciudades fueron organizando marchas similares que son el origen de las manifestaciones del orgullo gay actuales que se celebran a finales de junio.
Aquella revuelta de 1969 en Stonewall puede considerarse el inicio de los movimientos que luchan por los derechos LGBT.
Biografía:
Los disturbios de Stonewall consistieron en una serie de manifestaciones espontáneas y violentas en protesta contra una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en el pub conocido como Stonewall Inn, ubicado en el barrio neoyorquino de Greenwich Village de Nueva York.
Durante las décadas de los 50 y los 60, la situación de la comunidad LGTB en EE UU era muy diferente de la actual. Los actos homosexuales eran ilegales en casi la mayor parte de los EE UU y la despatologización de la homosexualidad aún no se había producido (lo haría en 1973). Los homosexuales eran tratados como enfermos y eran marginados y acosados por la policía. El feminismo y los movimientos por los derechos civiles estaban empezando a poner en circulación el debate sobre las minorías y el descontento de la comunidad LGTB iba aumentando.
Existían pocos los locales que acogieran a personas abiertamente homosexuales y los que sí lo hacían eran generalmente bares. El Stonewall Inn, que en aquella época era propiedad de la mafia, era el único bar para personas transexuales, travestis y transgénero en la ciudad de Nueva York donde se permitía bailar. Su clientela incluía a transexuales, drag queens, gays, lesbianas, chaperos y jóvenes sin techo. Una vez a la semana la policía recogía un soborno ya que el local no contaba con licencia para vender bebidas alcohólicas.
Aunque las redadas policiales en los bares gays eran algo rutinario durante la década de los 60, aquella noche los agentes de policía perdieron el control de la situación. Realmente no se sabe exactamente cual fue el detonante de la revuelta… si fue una lesbiana esposada que se resistía a entrar en el coche de la policía y que pedía ayuda a la multitud que empezaba acongregarse en la puerta del local, si una drag queen arrojó un objeto a la policía, si fueron los adolescentes LGTB sin techo que dormían cerca de allí y que frecuentaban el Stonewall los que empezaron a increpar a la policía… El caso es que la redada desembocó en una serie de disturbios.
Se supone que Marsha P. Johnson fue la persona que lanzó ese ladrillo real y simbólico contra la homofobia. Aunque da igual que fuera ella o cualquier otro (las revueltas son caóticas y espontáneas), la realidad es que esa drag queen negra fue uno de los personajes claves de aquellos hechos. De igual modo fueron trascendentales figuras como Ray Castro o Sylvia Rivera. O cualquiera de las prostitutas y chaperos anónimos que estuvieron allí.
La tensión entre la policía de Nueva York y los residentes LGTB de Greenwich Village produjo más protestas al día siguiente y varias noches después. En cuestión de semanas, los residentes del Village rápidamente se organizaron en grupos de activistas para concentrar esfuerzos para establecer lugares seguros para que gays y lesbianas pudieran manifestar abiertamente su orientación sexual sin miedo a ser arrestados.
Las revueltas de Stonewall no fueron las primeras en las que la población LGTB se rebelaba frente al acoso policial pero sí fueron las que tuvieron una mayor repercusión mediática. En 1966 ya había habido disturbios en la cafetería Compton’s en San Francisco entre transexuales y la policía, y, en 1967, en la Black Cat Tavern de Los Ángeles también los hubo por otra redada.
¿Sabías qué?
En 1995 el director Nigel Finch rodó una película llamada Stonewall sobre los disturbios.
Más recientemente, en 2015, el director Roland Emmerich ha rodado otra película con el mismo nombre que también pretende narrar lo que pasó esa noche de junio de 1969. La película, que ha recibido muchas críticas desde su estreno, tiene como protagonista a un joven gay blanco, obviando la importancia en los disturbios de drag queens, transexuales, lesbianas, hispanos y negros, que aparecen como personajes secundarios o telón de fondo decorativo para las peripecias del protagonista. Un ejemplo más de cómo incluso obras que denuncian la discriminación pueden contener discriminación.