La intención de educar para evitar cualquier forma de discriminación, injusticia o violencia está presente en todos los contextos educativos; sin embargo, para trabajar en esta línea hace falta ir más allá de la teoría y los discursos ya que la discriminación, la victimización o la violencia de género solo se manifiestan cuando las situaciones exigen mostrar las actitudes, los valores y las emociones que forman parte de la identidad. Esta se construye desde la infancia a partir de aprendizajes que no son fáciles de identificar y, mucho menos, de abordar en una programación. Para las autoras de este libro, el reto consiste en ofrecer situaciones que dan la oportunidad de aprender a respetar y valorar la dignidad, la igualdad y la diversidad. Así, las actividades que aquí se recogen ofrecen al docente herramientas didácticas para analizar con los chicos y las chicas la construcción social de las identidades de género, para cuestionar las tradiciones y compartir actitudes y comportamientos alternativos y no violentos desde su propia experiencia. Proponen dinámicas mixtas para crear un espacio que favorezca el diálogo intergenérico y donde se puedan cuestionar los roles tradicionales y ensayar alternativas; pero también, actividades diseñadas para el trabajo específico con chicas por un lado y chicos por otro, creándose el clima de confianza e intimidad que permite profundizar en la construcción de identidades de género particulares.
