(23/06/1912, Londres, Reino Unido – 7 de junio de 1954, Wilmslow, Reino Unido).
Sexo biológico: Macho
Identidad de género: Hombre cisexual
Orientación sexual: Gay
Motivo por el que se incluye en esta exposición:
Alan Turing es un ejemplo de como la homofobia puede llegar al extremo de acabar con el talento más extraordinario.
Matemático, científico, filósofo, criptógrafo, lógico, Turing es considerado el padre de la computación moderna y el precursor de la informática. Ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial a los aliados al descifrar la máquina alemana Enigma, con la que los nazis enviaban sus mensajes cifrados por lo que los aliados se anticipaban a los ataques y movimientos de tropas nazis. Sin su ayuda ganar la Segunda Guerra Mundial les hubiera sido mucho más costoso en vidas y en tiempo.
La carrera profesional de Alan Turing se vio truncada cuando fue procesado por homosexual en 1952. Arnold Murray, su amante entonces, ayudó a un cómplice a entrar en su casa para robarle. Turing acudió a la policía a denunciar el delito, y durante la investigación policial, reconoció su homosexualidad (ilegal en el Reino Unido en esa época), con lo que se le imputaron los cargos de “indecencia grave y perversión sexual”. Convencido de que no tenía de qué disculparse, no se defendió y fue condenado. La pena hubiera sido cárcel, pero debido a su trabajo para el servicio secreto se le dio la opción de ir a prisión o de someterse a castración química mediante un tratamiento hormonal de reducción de la libido. Finalmente escogió las inyecciones de estrógenos, que duraron un año y le produjeron importantes alteraciones físicas, como la aparición de pechos, aumento de peso y disfunción eréctil. En 1954 se suicidó comiendo una manzana empapada en cianuro.
Su madre intentó negar la causa de su muerte, atribuyéndola a una ingestión accidental provocada por la falta de precauciones de Turing en el almacenamiento de sustancias químicas de laboratorio.
Alan Turing, científico brillante y preciso, era un hombre tímido y sin gran facilidad de palabra. Dicen que cuando hablaba, dudaba y se interrumpía constantemente, pero testimonios contemporáneos mencionan que su homosexualidad no era ni secreta ni motivo de vergüenza; parecía casi orgulloso de ello.
No fue hasta el 24 de diciembre de 2013 cuando recibió por parte de la reina Isabel II de Inglaterra un indulto póstumo.
Es un personaje tan importante e influyente que el premio Nobel de la computación lleva su nombre.
Se han realizado dos películas sobre su vida: Breaking the code (1986), basada en la obra de teatro del mismo nombre, y la premiada The imitation game (2014).
Biografía:
Desde muy pequeño, Turing mostró un gran interés por la lectura, los números y los rompecabezas; sus ansias de conocimiento y experimentación llegaban hasta tal punto que a los ocho años, atraído por la química, diseñó un pequeño laboratorio en su casa.
Su carrera escolar estuvo marcada, por un lado, por sus aptitudes y su facilidad por las matemáticas y, por el otro, por su carácter inconformista que le llevaba a seguir sus propias ideas y apartarse del rígido (e ilógico, según su parecer) sistema educativo.
Debido a su falta de voluntad para esforzarse con la misma intensidad en el estudio de los clásicos que en el de la ciencia y la matemática, Turing suspendió sus exámenes finales varias veces y tuvo que ingresar en la escuela universitaria que eligió en segundo lugar, King’s College (Universidad de Cambridge), en vez de en la que era su primera elección. Durante esa época en Cambridge, empieza también a explorar su homosexualidad aunque no se integra en los círculos literarios de la época frecuentados por otros homosexuales como John Maynard Keynes.
Los últimos años de su vida fueron amargos, y su muerte, no esclarecida totalmente, ha dado lugar a diversas hipótesis, incluida la del asesinato.
¿Sabías qué?
En la escuela desarrolló una estrecha amistad afectiva con un compañero un poco mayor, Christopher Morcom, que murió repentinamente debido a tuberculosis bovina contraída tras beber leche de alguna vaca infectada. Su muerte provocó las primeras reflexiones de Alan Turing sobre el funcionamiento de la mente humana y la posibilidad de imitar o reproducir sus estructuras en máquinas.