El 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, es una fecha clave para todas aquellas personas que vivimos con VIH y luchamos contra el estigma y la discriminación. Porque es un día en que os recordamos que en esta lucha no podemos estar solos y solas. Necesitamos vuestro compromiso, por lo que os agradecemos vuestra presencia en este acto.
El VIH no discrimine pero sí la sociedad, que rechaza a las personas con VIH impidiéndoles acceder a puesto de trabajo, a un seguro médico o a una residencia de mayores.
Grave es esta situación, pero más grave es que la discriminación se produzca bajo la permisibilidad de las instituciones públicas. La Administración debe rechazar y condenar cualquier tiempo de discriminación, incluyendo la serofobia, y aportar recursos e inversiones para la prevención y tratamientos del VIH, para conseguir el objetivo de ONUSIDA de 90-90-90.
Necesitamos el apoyo de todos los grupos políticos, para que los municipios donde gobiernan se comprometan a luchar contra el VIH y el sida. Y lo tienen fácil, firmando la Declaración de París, como ya han hecho Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Teruel o Fuenlabrada con el fin puesto en erradicar la epidemia en el año 2030.
Estas ciudades se han comprometido a desplegar sus competencias en materia de salud pública para que el 90% de la población conozca su estado serológico, que el 90 % de las personas diagnosticadas tengan acceso a tratamiento sanitario y que el 90 % de quienes reciben atención sanitaria reduzca su carga viral.
La mejor herramienta para que España consiga el objetivo de ONUSIDA es un pacto de estado frente al VIH, el sida, el estigma y la discriminación que sea aprobado por los partidos políticos en el Congreso de los Diputados. Un pacto de estado que los principales partidos de la oposición se comprometieron a apoyar durante la campaña electoral y hoy les demandamos que se convierta en una realidad.
En este 2016, año de la visibilidad bisexualidad en la diversidad, desde Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales tenemos razones para sonreír porque, a pesar de los recortes económicos del Plan Nacional del Sida, del incremento de los nuevos diagnósticos en hombres que tenemos sexo con hombres, o porque existen barreras en el acceso a los tratamientos para todas y todos, sonreímos porque jóvenes y mayores siguen cumpliendo años, porque los tratamientos han hecho que la infección se cronifique, porque las personas con VIH tenemos una mejor calidad de vida, porque cada vez más personas se hacen la prueba del VIH y porque, año a año, hay personas que se muestran solidarias con las personas que tienen VIH, y el estigma y la discriminación asociadas al VIH se vaya reduciendo, aunque sea tan lentamente.
Tenemos razones para sonreír pero eso no significa que vayamos dejar de trabajar para conseguir nuestros objetivos. Exigimos una respuesta al VIH eficaz, solidaria y sostenible. Para ello es imprescindible una inversión en prevención, especialmente en los colectivos más castigados y vulnerables como es el caso de los hombres gais y bisexuales. También hay que invertir en investigación, en el acceso a tratamientos innovadores y pruebas diagnósticas, así como apostar por la colaboración y el apoyo al trabajo de la sociedad civil. Exigimos también el desarrollo de políticas frente al estigma y la discriminación para que las personas que viven con VIH dejen de sufrir el rechazo y la exclusión social.
Por todo lo anterior demandamos a Dolors Montserrat, nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, un compromiso real frente a este virus, incluyendo nuestras propuestas en su política sanitaria porque el VIH y el sida nos afecta a todas y a todos.
Hoy recordamos con mucho cariño a todas las personas activistas que nos dejaron y que sin duda estarían aquí alzando su voz contra el VIH y cualquier muestra de discriminación. Por ellas y por todas las personas con VIH, familiares y amistades; las más de 70 entidades que forman CESIDA junto a las 47 entidades que forman la FELGTB exigimos un Pacto de Estado ya.